¿De las que chequean sus mails a las 2 de la mañana porque te da miedo perderte algo importante? O quizá estés en el grupo de las que agarran el trabajo de los demás cuando ven que no lo terminan. O pará, pará... ya sé. Sos de esas que cobran menos porque te da miedo que al otro no le caiga bien el presupuesto que le pasás.
Si te sentiste identificada, ¡bienvenida al club!
Hablando hoy con una amiga que es astróloga, me contó que algunas veces sus clientes se quedan más de cuatro horas. ¡Cuatro horas! Es el tiempo que lleva volar desde Londres a Estambul. ¡Se puede cruzar un continente en cuatro horas!
Lo peor de todo es que no...
En un artículo previo contaba el caso de una cliente que aún no estaba convencida de dar el salto del mundo corporativo al del trabajo independiente.
Y les compartía que ese salto no iba a ocurrir hasta que ella tuviera la certeza. Porque tener la intención no es lo mismo que tener la convicción.
Precisamente, en ese mismo segmento de indecisos existe otra variante, que está conformada por esas personas que están fascinadas con la idea de tener un negocio, pero no les interesa mucho hacer negocios.
Y acá viene la pregunta incómoda para vos.
¿Te gusta la idea de tener un negocio, o querés hacer negocios?
No, no es lo mismo. Y si no podés ver la diferencia, podrías estar en problemas.
Hacer negocios no es para todo el mundo. Muchas personas no tienen lo que hace falta tener para llevar adelante la parte...
Hace unos días me reuní por primera vez con una cliente que quiere una carrera independiente. "Me cuesta pensar en cambiar porque no tengo ninguna seguridad de que me va a ir bien", me dijo. “Leí tu eBook sobre encontrar la idea de negocios y estuve hablando con algunos clientes potenciales, pero nadie me llamó todavía”.
“Ya te van a llamar cuando estés lista”, le respondí. Estoy muy segura. Porque lo único que le está faltando a mi cliente es la decisión real de querer cambiar.
Sucede que frente a la opción de quedarse en una carrera construida en una organización durante más de dos décadas, o dar un salto hacia lo desconocido aunque represente una vida mejor, es muy probable que la primera opción...
Muchos creen que iniciar un negocio es un proceso misterioso. Saben que quieren empezar algo nuevo, pero no saben cuáles son los primeros pasos.
Aquí vas a comenzar a delinear tu idea. Al terminar de leer este posteo, estarás ya en camino para entender exactamente qué es lo que querés hacer y, a partir de ahí, definir tus próximos pasos.
Antes de comenzar, una aclaración: es normal que nos cuestionemos si este es un buen momento para comenzar con una idea de negocio. La realidad es que nunca es mal momento.
Fundé mi primera empresa en el 2002, en plena crisis económica de la Argentina. Me habían despedido apenas un mes antes de mi trabajo corporativo por una reorganización interna, precisamente porque el país estaba en llamas y la...