Descubrí tus talentos. El mundo los necesita.

En coaching ontológico existe un término que define lo que hacemos casi en piloto automático, con un mínimo grado de conciencia. A eso le llamamos "transparencia".

La transparencia es típica de los expertos. Cuando llegamos a un grado de maestría tal que ya ni tenemos registro que estamos haciendo lo que hacemos, eso es transparencia. 

Va un ejemplo. Cuando empecé a manejar, recuerdo que me pasaba de las calles donde tenía que doblar porque tenía tanto en qué pensar, tanto que mirar, tanto que hacer, que no podía además de todo eso prestar atención a los carteles. Estaba en modo aprendiz todavía. Me faltaban muchas horas de manejo para ir en piloto automático.

Ahora me pasa la opuesto. Voy y ni pienso lo que estoy haciendo. Si piso el freno, si hay que meter el embrague, si puse segunda o no. Pierdo registro de mi cuerpo, porque va operando esa máquina que es el auto a velocidad sin que casi me de cuenta. Voy en transparencia.

Con tus dones pasa algo parecido. Son tan tuyos, los tenés tan incorporados, que no te das cuenta que los tenés. Posiblemente pienses que es normal y es común, que es muy fácil, y que todos los demás los tienen. Que todos cocinan bien, que todos ordenan bien el placard, que todos escriben bien o que todos pueden lograr fácil que la gente haga cosas.

¿Y sabés qué? Nada que ver. Pero nada. Vos tenés dones, cosas que sabés hacer mejor que los demás, o que los demás directamente no saben cómo hacer. Quizá los tengas muy reconocidos. O tal vez no. Y si es no, llegó el momento de que los descubras. Porque eso forma parte del regalo que sos para el mundo, y no estás cumpliendo tu misión si no lo reconocés y se lo ofrecés a los demás.

Lo mejor de todo es que esas mismas cosas que hoy hacés en transparencia y que no registrás, son las que te pueden hacer ganar más dinero. Es eso que tenés y los demás quieren. Eso que te sale fácil y que hacés mejor. Eso que tus amigos te piden que hagas por ellos, o que te señalan como que sos una genia haciéndolo, y vos pensás que lo hacés como el resto.

Que nos pase esto es bastante común. Trabajo con personas que todo el tiempo me miran sorprendidas y me dicen: "¿En serio me decís que esto es importante? Para mí es algo tan de todos los días que ni lo registro...".

Bueno, andá enterándote. Conocer tus talentos y ponerlos al servicio del mundo es tu propósito en la Tierra. Es lo que te va a hacer feliz cada día cuando te levantes y tengas que hacerlo. Lo que te va a hacer sentir pleno cuando lo compartas y te des cuenta que estás ayudando al de al lado. 

Si pensás que no tenés nada en transparencia, hacé este ejercicio. Enviale  un mail a tus amigos más cercanos y conocidos (tienen que ser al menos 10) y preguntales en qué creen ellos que sos realmente bueno. Qué hacés mejor que los demás. Podrías sorprenderte.

Si precisás ayuda para encontrar tus dones y vivir de lo que el Universo te regaló, te invito a conocer mi curso Monetiza tu Magia (que trata precisamente sobre eso). 

Juntos podemos encontrar eso que te hace único, que te va a encantar hacer, y que además te hará ganar dinero.

Nunca olvides que el mundo necesita tu talento.