Cómo encontrar tu propósito y vivir de lo que te gusta

 Entrevista de Liliana Ibáñez originalmente publicada en el blog de ConSentido

¿Quién es Gabu López?

Soy una curiosa insaciable. Una exploradora, buscando siempre nuevos mundos.

Mi misión es ayudar a las personas a re-conectar con su propósito para que vivan la vida que quieren vivir, con independencia económica y libertad de acción, para hacer lo que quieran con sus vidas.

Algunos quieren independencia económica. O ganar mucho dinero. Otros quieren despedir a sus jefes. Otros quieren vivir viajando. Otros quieren levantarse felices cada mañana.

Sea la que fuere la propia definición de éxito, se hace totalmente posible una vez que entendés tu Magia y tu propósito.

Y todo lo que hago hoy nació de mi propia experiencia.

Yo estuve años tratando de encontrar un sentido a mi vida, décadas, hasta que finalmente entendí por dónde iba a eso de buscar las respuestas adentro. Nadie mejor que uno mismo para encontrar el rumbo. Pero para eso, precisamos re-conectar con nuestras brújulas internas y entender cuál es nuestro aporte al mundo, por dónde pasa nuestra Magia personal.

Primero entendí cómo hacer eso con mi propia vida. Ahora acompaño a los demás a hacerlo.

Soy coach, mentora y estratega digital, me dedico a acompañar a personas que quieren descubrir su trabajo ideal y monetizar su Magia. Me enfoco en quienes están en el rubro servicios, y trabajo con coaches, consultores, formadores y profesionales que trabajan en forma independiente.

¿Cómo pueden las personas que están el la búsqueda de una actividad que les haga sentido encontrar su propósito?

El punto de partida es entender que el propósito es algo mucho más cercano y menos inabarcable que lo que creemos. Es desmitificar el concepto de propósito.

Propósito es una palabra que se usa mucho y a la que se le da un significado enorme. Y de tan grande, a veces nos da un poco de temor, nos parece inalcanzable. Pero está acá nomás, es muy cercana.

Hay dos elementos constitutivos esenciales del propósito: la Magia personal y el servicio.

O sea que el siguiente paso, después de desmitificar la idea del propósito, es conocer la propia Magia. Cada uno tiene una combinación única. El problema es que no la conocemos. De tan evidente no la vemos. Estuvimos años dándola por sentada, o tapándola con otras cosas, con creencias, con el deber ser, con lo que pensamos que quieren los demás de nosotros.

Así que una parte de la Magia la tenemos en piloto automático. Creemos que todos tienen ese talento. Que a los demás les interesa lo mismo que nosotros. Que todos hacen esto que yo hago bien también muy bien.

Y otra parte la tenemos enterrada. Y de tantos años de entierro, ya no nos acordamos donde está.

Necesitamos recuperar esa Magia para poder reclamarla como propia y hacerla parte de quienes somos.

Y ya una vez que sabemos cuál es nuestra Magia, todo es más fácil. Porque entonces se la puedo ofrecer a los demás, y sé que le estoy entregando al mundo algo que el mundo necesita.

Cuando estamos poniendo esa Magia que tenemos al servicio de los demás, sea nuestra familia, nuestra comunidad, el mundo entero, es cuando estamos cumpliendo nuestro propósito.

Así que para responder concretamente tu pregunta: para descubrir tu propósito, primero tenés que descubrir tu Magia. Una vez que comenzás ese camino, todo se hace mucho más nítido.

Y si precisás que alguien te acompañe en ese recorrido para hacerlo más rápido, aquí estoy para vos. Tengo incluso un programa para descubrir tu Magia, re conectar con tu propósito y diseñar tu marca personal. Que se llama, claro, Monetiza tu Magia.

¿Cómo podemos monetizar nuestra Magia?

Del mismo modo que para encontrar el propósito hace falta comprender cabalmente cuál es la Magia que tenemos, para monetizarla también tenemos que conocerla.

Una vez que entendemos qué podemos darle a los demás, que comprendemos qué oferta podemos ser, cuál es nuestra contribución y nuestro impacto en el mundo, es relativamente sencillo trazar el plan para empezar a monetizar nuestra Magia.

El mayor obstáculo a esto es que ese camino es contra-intuitivo.

Admiramos a los que desde muy jóvenes tienen muy claro qué talento tienen, y esa admiración viene del deseo de ser como ellos. Pero no seguimos ese camino, porque no es lo que nos enseña la sociedad. La sociedad nos impulsa a ganarnos la vida, y para eso pensamos en nuestras fuentes de ingresos más de afuera hacia adentro que desde adentro hacia fuera.

A cuántos de nosotros nos dijeron “ni se te ocurra estudiar eso que te vas a morir de hambre”. Con la mejor de las intenciones, por supuesto. Son personas que nos quieren y a quienes también les dijeron eso. Y que posiblemente no hayan vivido la vida que querían vivir.

Así que queríamos ser bailarinas, astronautas, aviadores… y terminamos siendo cajeros de banco, abogados o electricistas.

No estoy diciendo que nada de eso esté mal. Cualquier trabajo es válido. Siempre y cuando sea el que de verdad está alineado con nuestra Magia.

Porque nuestra Magia es la expresión de nuestra misión en el mundo. Nuestra forma de entregar lo que tenemos, nuestros dones, y ponerlos al servicio de los demás. Nuestra contribución y nuestro impacto, nuestra huella, nuestro legado.

Cuando entendemos cabalmente nuestra Magia y nuestro propósito el camino se hace mucho más nítido. Y a partir de entonces, con claridad y foco, es casi evidente cuál es la estrategia para monetizar esa Magia que tenemos.

Después el resto del camino se completa con tácticas específicas. Yo enseño cómo incorporarlas según cada etapa del negocio, pero eso ya depende de cada caso particular.

¿Es posible vivir de lo que te gusta? ¿Cuál es tu experiencia?

¡Claro que es posible vivir de lo que nos gusta! De hecho, es mucho más fácil y factible que vivir de lo que no nos gusta. Y sin embargo, la mayoría nos resignamos a eso, a vivir de lo que no nos gusta, en muchos casos ya desde muy jóvenes.

Siempre me fue muy bien en mis trabajos. A mismo tiempo, siempre sentía que algo no estaba bien. Algo no cuadraba. Algo faltaba.

Mi trabajo me encantaba. Era buena en lo que hacía. Me pagan muy bien. ¿Qué podía estar mal? Mis amigos pensaban que estaba loca.

Desde afuera todo era buenísimo. Yo era la mega ejecutiva sentada en la mega sala de reuniones hablando de proyectos mundiales millonarios, viajando en el jet privado de la empresa, discutiendo estrategias y tomando decisiones cientos de miles de dólares, codéandome con colegas súper grossos en lo suyo, y en medio de todo eso me preguntaba: “¿qué estoy haciendo acá?”.

Algo faltaba.

Faltaba propósito. Faltaba sentido.

El día que entendí cuál es mi Magia, re-conecté con mi propósito y empecé a trabajar en lo que de verdad es para mí, esas brújulas internas se alinearon nuevamente y ya no tuve más dudas de por dónde tenía que ir.

Y desde ese momento mi negocio va cada vez mejor. Y también se expande mi impacto y mi contribución en el mundo.

Así que sí. Es posible.

Hay pasos para lograrlo, hay pasos para re-descubrir la Magia y reconectar con el propósito. Esos pasos yo los comparto en mis programas, pero no es la única manera. La mía es una forma más.

Todos tenemos esa capacidad. Nos puede llevar más o menos tiempo, podemos darnos cuenta más temprano o más tarde, pero las respuestas están ahí, esperando que las descubramos.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere emprender en este contexto?

Le diría que cualquier contexto es bueno para emprender si estás bien preparado.

Lancé mi primera empresa en el 2002. Plena crisis post-corralito. Tuve esa empresa 10 años, llegamos a ser 10 personas que vivíamos de ese negocio. Viajé por el mundo. Crecíamos en facturación sostenidamente año a año.

La clave fue que tanto mi socio como yo sabíamos lo que hacíamos. Teníamos un plan de acción. Metas. Una estrategia.

Veo muchos emprendedores que inician un negocio sin plan y sin estrategia. Que sería el equivalente a construir una casa sin planos y sin cimientos. A nadie se le ocurriría. Y después sufren porque el negocio no avanza. Ya estaba condenado al fracaso. Tu casa se iba a venir abajo.

Soy todo lo que conté al principio y soy también una mujer de negocios. Así que mi consejo es que se preparen. Que aprendan. Que busquen un mentor para hacerlo mejor y más rápido. Un mentor real, alguien que haya tenido negocios, que haya transitado lo que ellos van a transitar, que esté viviendo la vida que les gustaría vivir.

Y que con ese mentor creen objetivos. Y un plan de acción. Y una estrategia.

Ya con todo eso y sabiendo cuál es tu propósito y tu Magia, vas achicando mucho las posibilidades de que lo que vas a emprender no funcione.

Porque monetizar tu Magia no sólo es posible, es para lo que viniste al mundo. Es una de las razones por las cuales estás en este mundo. Es contribuir con tu Magia a que los demás tengan vidas mejores.

Puedo acompañarte a descubrir ese camino, y a incorporar el método para monetizar tu Magia de manera sostenida.

Porque no hay nada más gratificante y memorable que ese día en el que te das cuenta que podés vivir y ganar dinero haciendo lo que te gusta y es para vos. Ese es un momento de enorme gratitud. Cuando finalmente te das cuenta que hay un orden en el mundo.

Y dejás de preguntarte “¿qué estoy haciendo yo acá?”. Porque ahora ya lo tenés muy claro.