Podemos pasarnos el día entero haciéndonos estas preguntas. El problema es que la mayoría no tienen respuesta, ni dependen de vos.
La función de la mente es resolver problemas, y en este momento tiene muchos problemas que resolver.
Problemas mucho más grandes que vos y lo que podés controlar. Problemas del mundo. Problemas que te exceden, cosas que afectan al planeta entero.
Por eso es importante en este momento, más que nunca, hacer dieta de información. Tratar de consumir las noticias justas y necesarias para estar informados, sin estar excedidos. Porque a la mente no le gustan los espacios en blanco, no le gusta dejar cosas sin comprender. Y como resuelve problemas constantemente, está siempre trabajando.
Todo lo que ande dando vueltas por ahí y sean problemas, los va a agarrar e intentará resolverlos, feliz de estar cumpliendo su rol.
Como a la mente le gusta resolver problemas y no le gustan los huecos, si dejás de alimentarla con todas esas cosas que no puede resolver, con pensamientos que no podés solucionar, se va encontrar con un montón de vacíos.
Y esa es una buena noticia. Porque esos huecos los podés aprovechar dándole cosas para solucionar. Cosas que vos quieras lograr. Cosas que dependan de vos. Y así podrás mantenerla ocupada, pero con cuestiones más productivas.
Tu mente se transformará en una máquina para resolver tus problemas, que operará a tu favor para que logres lo que te propongas.
Quienes trabajan conmigo saben que soy fan del seteo de objetivos, de metas bien concretas, de pensar hacia adelante y proyectar el futuro. Esto es gran parte de mi trabajo como coach, ayudar a mis clientes a ganar claridad y foco acerca de dónde están y dónde quieren llegar. Y acompañarlos en el camino a conseguirlo.
Alguna veces, me toca ponerme del otro lado y aplico esas técnicas conmigo. Yo también tengo que sentarme y pensar dónde estoy y dónde quiero estar.
Mi plan hoy es seguir desarrollando mi negocio, y hacerlo crecer aún más luego de la pandemia. Estoy trabajando en eso.
Aquí te comparto exactamente el mismo proceso que aplico, con 3 cosas que podés empezar a hacer hoy mismo y que te harán progresar cuando el Coronavirus haya pasado. E incluso, mientras lo tengamos entre nosotros.
Cuando somos chicos vivimos escuchando la pregunta: "¿Qué querés ser cuando seas grande"?
Después, "cuando somos grandes", ya no nos lo preguntamos más. Quizá porque ya somos grandes, quizá porque nos acostumbramos. Quizá porque dejamos de soñar.
Sin embargo, no tenés porqué resignarte a ser lo que elegiste cuando tenías 18 años. Lo mejor de la vida es la permanente posibilidad de re-invención, y podés ser quien de verdad quieras ser en cualquier momento.
Sólo hace falta que te cuestiones qué querés, que lo diseñes, y te pongas en marcha.
Aquí te dejo 3 preguntas para que diseñes tu vida:
Te recomiendo que todo esto lo escribas. Nuestra memoria de corto plazo muchas veces nos juega una mala pasada con ideas que son buenísimas pero que se vuelan, como las hojas en el viento.
Y que lo revises periódicamente, al menos, una vez por mes. Esto te ayudará a recordar quién querés ser, a entender si estás en rumbo firme para llegar allí, y a mantener el foco.
De nada sirve soñar, imaginar la vida que queremos, si no definimos dónde queremos llegar.
Y la mejor manera de hacer esto es planteándonos objetivos, metas de corto, mediano y largo plazo, que permitan definir un destino.
Una buena forma de hacerlo es creando objetivos SMART. Los objetivos SMART se llaman así porque se trata de un acrónimo que refleja la esencia de la buena forma, de la manera correcta de setear metas poderosas para que se cumplan:
Si querés una guía detallada para crear objetivos SMART paso a paso, bajá mi Cuaderno de Autocoaching haciendo click aquí.
Uno de mis mantras es que "la Magia se concreta en la acción". No sirve de nada diseñar tu vida, planificar tu futuro con objetivos SMART y revisar todo periódicamente, si no creás un camino concreto para alcanzar esas metas.
Primero soñamos al diseñar nuestra vida, después bajamos ese sueño a tierra al planificar el futuro con objetivos SMART.
Ahora vamos a crear el paso a paso, el plan de acción, para llegar desde donde estamos hoy hacia donde queremos estar.
Este plan de acción no es más que una serie de pasos que te harán avanzar en ese camino. Es el mapa de ruta.
¿Cuáles son los pasos que tenés que dar para llegar desde donde estás hoy, hasta la concreción de tu objetivo?
Sentate con cada objetivo SMART y poné debajo, cronológicamente, todos esos pasos que te llevan desde donde estás hasta donde querés estar.
Y una vez que hayas terminado, volvé a mirar el objetivo y el plan de acción. ¿Está todo bien diseñado? ¿Te está faltando algún paso?
Aquí es preferible ser bien detallista. Si le marcás un camino concreto a tu mente, te va a sorprender la efectividad con la que irá siguiéndolo.
¿Cómo vamos hasta acá?
Repasemos todo con un ejemplo fácil y de todos los días.
Si querés ir desde tu casa hasta la casa de un amigo, tenés que seguir una serie de pasos para llegar desde donde estás ahora (tu casa) hasta
donde querés llegar (la casa de tu amigo).
De nuevo: mejor más detalles que menos.
A veces los planes de acción parecen obvios, pero en los negocios muchas veces no lo son. Y los negocios fracasan, precisamente, porque no soñamos, porque no tenemos un propósito ni tenemos metas, y tampoco dejamos claro cuál es el camino para llegar adonde queremos ir. Y en el medio nos perdemos.
Te desafío a que diseñes tu vida, planifiques tu futuro y crees tu plan de acción.
Animate a hacerlo hoy mismo.
Estos pasos te ayudarán a prosperar no sólo durante la pandemia, sino a lo largo de toda tu vida.
Ya es hora de cobrar lo que vale tu talento. 😉